
La negatividad ha inundado mi espíritu. Y no es ni el invierno, ni algo endógeno, que lleve escondido en mis malditos genes. No, es simplemente el entorno y la presión que siento al vivir en un país tan, tan atrasado y cartucho (por la mierda que tuve mala cuea: maricón y chileno).
Ayer tuve una comida con los señores de importantes empresas chilenas. Además debía dar una presentación o una charla sobre los últimos avances en dos enfermedades que me encantan por sus implicancias inmunológicas; sin embargo, a estos señores les interesa bien poco, que le hablen de citocinas y de como se generan ciertos cuadros o enfermedades. Al final, mi presentación fue fugaz y me hubiese gustado tener más tiempo para explayarme. Así que me achaqué. Luego iba en el auto, tratando de decirme: ey Vicente tu puedes, es sólo como enfrentes la situación. Me siento y lo primero que hacen es pedir parrilladas como buenos heterosmachotes. Yo que soy un ultra naturista, odio las prietas y cualquier interior animal. Me dije: ya a la mierda la noche. Y después el temita de que habían ido a España y llegaron horrorizados por ver a los gays dádose besos y esas cosas. Chocante le dije yo a uno. Quice meter más la cuchara, pero me mordí la lengua, porque mi jefecito me miraba, diciendome: vicente ahora no, no la caguí. Y yo lo estimo, porque es un caballero de los pocos en Chile. Me quedé piola, escuchando atrocidades como: son tan oscuros!!!, a mí no me molestan, mientras se queden en sus nichos!!! Yo no estoy de acuerdo con que adopten!!!, etc.
En mi interior terminé como una gárgola, con las garras agarrotadas de tanta rabia. ¡Qué mierda! les pasa a esta gente, ¿por qué le temen a un gay en medio del mundo intelectual (al peo diría yo)?.
Me acosté y tuve los sueños más extraños de la vida.
Ahora me encuentro reformulando toda, pero toda mi vida. No sé si seguir en lo que estoy o terminaré destruyendome, aniquilado por las malas vibras que me llegan y que adquiero como esponja.
Necesito urgente un arcoiris. Uno es mi pololo, pero está lejos ahora, y me da lata llegar a la casa y acostarme con lo único tibio en la cama: el escaldoso.
Quiero ser util en esta sociedad, la pregunta es: ¿me dejarán serlo?.
Necesito un camino más amigable, o acaso así es la vida de perra, de dura, de rápida. Muy mortífero este trote de la sociedad, en donde si no eres bélico no sirves.
Quizás cambie, o mejor, voy a cambiar y dejaré la cagá. Se los juro.
Besos para todos.
Paz para todos.
Amor para todos.