domingo, agosto 21, 2005

Siempre he amado vivir en el centro histórico de Santiago. Mi ciudad predilecta, llena de cines, de museos, del underground criollo y de la diversidad tan necesaria para mi espíritu. La peculiaridad de Santiago centro radica, precisamente, en ser una postal precisa de nuestra realidad. Aquella que enmarca a los chilenos con sus virtudes y defectos. Los gringos aman eso y se dan cuenta poco a poco, que para conocer nuestra identidad mestiza no deben vivir en el opuleto oriente, sino en pleno centro. Eso además los humaniza, los espiritualiza a tal extremo, que salir de compras a la feria rotativa se transforma en una experiencia sublime. Sin embargo , mis vecinos viejitos, aquellas reminicencias del santiago acaudalado, eligieron como alcande al casto y cochino Lavin. Y mi sentencia no es mal intencionada, sino la triste realidad de la que somos presa hoy por hoy. Además para rematarla (como buen chileno) los muy clarividentes de mis vecinos eligen a Alcaíno como el sucesor. En hora buena, digo yo, debido a que el cacho de las fetideces se lo lleva la derecha con bombos y platillos.
Me imagino que los vecinos de los reinos desarrollados de las Condes, Vitacura y Lo Barnechea deben sentir pesar, por estar emparentados con los proletarios tercermundistas que somos nosotros. Cuanta loca vil y malvada, fría y calculadora, debe aborrecer ser tildada como Santiaguina. Con ese meollo no me meto, mejor me lo paso por el poto. Sí, por el poto con caca, ya que mi inteligencia emocional no logra comprender como existen locas opus dai, locas ultraderechistas, y locas lavinistas.
Sé que sale a flote mi intolerancia, algo de lo que aborrezco con todo mi corazón. Y aún cuando trato y trato de comprender el modo de procesar la realidad de estas locas, sé que perderé mi tiempo.
Ahora quiero mostrarles a todas las mujeres imaginarias. A ustedes los gays fachos, como quedará Chile si alguien tan desastroso como Lavin o Piñera gobernara nuestro pedazo de tierra que se llama Chile.
La foto es explícita. Llenos de mierda hasta el cogote. Empotrados en un pantano de desigualdad social infinito. Lavin con su discurso neocomunista, nos llevaría a la carpa romana de la mano con un Dios inflexible. Chao a las aspiraciones de igualdad ante la sociedad para los homosexuales y otro grupos discriminados. Para él, que no conoce ningún puto gay que trabaja para hacer de este país algo mejor, las leyes que se nos ofrecen bastan y sobran. O sea te pueden hechar de tu trabajo por ser maraco, aún cuando seas el mejor, dicendo cualquier mentira vil y mal intencionada. Para él sólo existe un sólo matrimonio: entre una mujer y un hombre. Para mí aquello sólo rige para los católicos. Yo no soy católico y exijo que mi estado me de los mismos derechos que al resto.
Ahora Piñera. Me da hasta paja decirles que Piñera, este nuevo valuarte del centro político, es un extraterrestre para los chilenos. No sabe nada , pero nada de como viven los chilenos realmente. O sea si a este gobierno se le hizo difícil equilibrar las diferencias sociales. Nótese que es un gobierno compuesto por una mezcla de ABC1 y y clase media alta. Imagínense un presidente que es millonario, que según él daría todo por nosotros, y que no obstante, no tiene pico idea cuanto se necesita para vivir en este país. Un rico diciéndole a los otros ricos: oye güeones paguen más impuestos para que el gobierno tenga más plata. O súbanle el sueldo a las las personas. Den más plata para la investigación (yo investigo y hay que ver los malabares o lobbies que hay que hacer para que la empresa privada ayude). O simplemente bajense el sueldo un poco y no sean tan amarretes con sus empleadas de la casas, que les pagan una mierda.
Me tendré que acostumbrar, junto a los gringos que viven en los alrededores, a la hediondes de las calles. A que nos recojan la basura día por medio. A que se formen montañas de bolsas con papel con caca y otras excreciones humanas. En todo caso mis amigos internacionales se llevaran una buena impresión chilena: aquella que muestra que nos falta mucho por andar para llegar al desarrollo. Y lo primero que debemos entender, es que al desarrollo no se llega de un salto, sino cambiando el chip de nuestra idiosincracia. Y nuevamente y me aburro de decirlo, eso se hace con equidad y educación.
PD: Alcaíno dijo que quería recoger la basura día por medio, para que la gente se acostumbrara a separarla. Yo le respondo a nuestro alcande: como mierda quieres que la gente te separe la basura, sin una campaña educacional. Donde digas como hacerlo. Si hay que separar lo orgánico, y entregarlo qué día. O decirme al menos: ¿qué día vendrán a buscar las botellas o las cajas de cartón?.
Esto me lo comentó mi inteligente pololo. Así que aquí va un reclamo de una pareja gay que ama vivir en uno de los barios históricos de Santiago. La capital de Chile, Alcaíno.
 
posted by Vicente Moran at 11:06 p. m.
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