martes, septiembre 27, 2005

Todos sabemos que pronto se legislará sobre las areas de fumadores y el tipo de advertencia que se obligará a la tabacaleras para que la gente sepa, de antemano que se estarán quitando algunos años de vida.
Me acordé que yo soy un fumador-vicioso-empedernido y aveces porfiado. Y tengo claro que atacar al cigarro para evitar su pandemia es una necesidad. Sé que los gobiernos se ahorrarán millones de dolares en medicina y que al final es para mejor. Así que tendré que elucubrar planes idóneos para realizar uno de mis placeres prohibidos, ya que las críticas son tan lapidarias y probienen de tantos lugares que al final terminas como un pecador abatido por las bondades de la salud.
Aveces como ser humano responsable uno debería dejarlo, y hasta mi cabeza sabe que es así, pero cuando siento el humo invadir mis pulmones de manera lenta, dejando que mi cabeza se entregue a los abáteres de la nicotina. El mareo suave y chistoso se posa en mi cabeza y todo todo queda más tranquilo.
También me gusta cuando estoy cagando y leyendo algo, que placer más hermoso cuando cae el surullo y el humo sube en nubes diáfanas que llenan el pequeño espacio del baño. Es como estar en el cielo jajaja.
O cuando hace frío, en invierno, con un rico café, vestido con todos los trapos que ahora llaman "vintage" o algo así, y caminas por huérfanos viendo el subdesarrollo hermoso de nuestra sucia y alquitranada ciudad.
También cuando ando en bici, porque soy de esos que hace deporte, en mi chancha antigua roja (bien puta) y por ultimo el bendito pucho en mis manos. Tan sólo me falta colocarme una falda con tajo, para que los viejos de la contru me vean las piernas y de pasá el paquete.
En fín, escribiría millones sobre el cigarro, de hecho ahora estoy con mi colilla prendida, carcomiendose lentamente, introduciéndome sus más variados cancerígenos y yo lo miro y le digo: gracias por hacer de mi vida algo tan placentero.
Finalmente para escribir es un amiguito fiel, te da ideas y abre las conexiones neuronales, las multiplica y las acelera, por eso muchas neuronitas se mueren. Sin embargo, que mierda de la misma pollona (como españolao), a mi me gusta por ahora y seré terco aún.

PD: espero que la gente aprenda y no fume, que es malo, así seremos menos lo que sabremos lo que un buen cigarro es.
 
posted by Vicente Moran at 9:18 p. m. 5 comments
miércoles, septiembre 21, 2005
¿Qué es un fetiche para mí?. Siempre he amado los pelos en todos los lugares posibles. No sé de donde vendrá aquella obsesión mía por los vellos. Aveces llega a ser obscena, ya que me revoluciona, como a una mujer en celo. Aquel cosquilleo que siento cuando mi fiel pololo me pasa sus piernas por entre las mías. Sé que estoy contando una intimidad (jjijijijiji).
Me gustaría saber cuales son los fetiches de otros seres humanos. Existen lo más comunes como por ejemplo: una mujer desnuda con taco aguja de color rojo rubi o un militar rudo con cara fea y viril.
De los más freak, estarían aquellos que aman hacer el amor con comida, embetunarse de alimentos todo el cuerpo. Lo más usado son la leche con densada - no la usen en el glande que arde - y la mermelada, sólo que deja todo pegajoso. Mi preferido, una barra de chocolate derretida a baño maria, que luego puede ser usada para cubrir partes íntimas del amante, igual que aún barquillo de helado. No hay que ser goloso y es mejor esperar a que se endurezca. También me falta el infalible y glorioso helado de diversos sabores (recomiendo el "after eight" ya que uno queda con sabor a menta achocolatada en la boca, que hace del beso amoroso, un placer totalemente pecaminoso.
Otro fetiche muy concurrido, es que uno de los amantes se disfraze de gigolo, o de una ramera cochina y atrevida. Usar colaless, siuten, babydoll, y los afrodisiacos accesorios de cuero también están dentro del conciente fetechista colectivo.

Los más bizarros son el vestirse de sadomasoquista y hacerse el esclavo (ese no me gusta mucho, sólo aguanto palmadas en las nalgas, que son excitantes), el hetero que prefiere un travesti barroco y exagerado en su indumentaria - creo que buscan la exacerbación de lo femenino- y por último la ropa interior sudada de mujeres y hombres.
Creo que los fetiches son sanos, en la medida que ayuden a gozar del placer sexual en su máxima plenitud. Quizás por eso hoy en día hay muchos seres humanos que gozan solos. El fetiche de los chat, donde eres todo lo que deseas, donde por cierto hay que tener una pluma erótica, si se quiere hacer acabar a un ser humano. Las webcams y su acción circuncidante en las mentes de los ávidos por cuerpos perfectos. Los fono eróticos y el sexo lingüistico.
ayayayayayayayayayay tantos fetiches. Espero me cuenten cuales son los suyos, así podré ingresarlos en el blog...

Se despide un fetichista apasionado.
 
posted by Vicente Moran at 4:52 p. m. 4 comments
lunes, septiembre 19, 2005

Hace unos días en la Tercera salió un reportaje de un índice de desarrollo de las naciones unidas, donde chilito (en segundo lugar) era sobrepasado por nuestros hermanos argentinos. Muchos preguntaban: ¿pero cómo ocurrió aquello?, acaso no estaban en una crisis donde la mitad de su población es o era pobre.
Según algunos especialistas, los datos están medios añejos y por ende deberíamos ser los primeros, los “top-one” de Latinoamérica. Claro, nos picamos y un amigo me preguntó: ¿por qué crees que argentina tiene ese índice?. Y me fui pensando, pensando en como vivimos en función de la percepción del vecino. Nos hiere cuando no somos el ejemplo y nos apenamos cuando otro país es mejor en algunas cosas.
Ese tal índice es humano, y yo como no creo mucho las cosas que leo, me dije: ¿cómo chucha medirán nuestro desarrollo?. Al parecer ven nuestra educación, la cantidad de médicos, nuestra capacidad de lectura o intelectualidad, etc. Y me digo: ¿quiénes son ellos para decir que una persona criada dentro de la civilización occidental, es más que una criada por su familia en plena selva amazónica, sin ir a la escuela, sin tener internet, y que tienen como médico a la chamán de la aldea?. Entonces me da suspicacia. Pienso que aquel índice, nos preocupa más porque los argentinos están primero, más que por el real significado que posee.
Este índice de desarrollo, mide necesidades y características esenciales para el buen desarrollo de un humano. Entonces, aunque la mitad de argentina es pobre, quizás son más felices, tal vez leen más, ya que no todos tienen tele, o que sé yo. Realmente me importa poco como sean los argentinos, mientras no vuelvan a mandar al hoyo a su país, seguirán siendo mis hermanitos. A mí lo que me preocupa de Chile, es la manera en que explota a su gente; ya no hay ni tiempo para respirar en paz. Que trata a sus ciudadanos como máquinas, que alimenta a sus niños con papas fritas y pollo asado como lo más nutricional, que tiene a un montón de gente trancada en la pobreza, porque unos pocos no son capaces de soltar más plata.
Son tantos los problemas que aún hay, y son nuestros no de los vecinos. El índice sólo mide una parte del desarrollo humano, luego cada idiosincrasia debe identificarse con sus errores. Un ejemplo claro: dejar de ser egoísta y cabros chicos, y celebrar a los argentinos, que han demostrado que un ser humano puede ser pobre; no obstante, más feliz e íntegro que otro que posee más dinero, más lujos, etc....
El espíritu por lo visto no se nutre del desarrollo económico de un país. Si fuese por eso, pienso que casi todos lo países del primer mundo son subdesarrollados, con respecto a la nutrición de espíritu.
PD: aquí un argentinito, de aquello simpáticos.
 
posted by Vicente Moran at 9:21 p. m. 3 comments
lunes, septiembre 12, 2005




El debate siempre ha conmovido la opinión de todos los seres humanos. Hace poco escuché el comentario de un doctor especialista en reproducción, que sin lugar a dudas me dejó anonadado.
Quizás lo más importante, de lo aprendido en aquella charla fue lo siguiente: los seres humanos vivimos tratando de imponer nuestras ideas (me incluyo), y eso sólo demuestra la diversidad de pensamientos que circundan nuestra especie. No obstante, más relevante que aquello es percatarse de lo delicado de un tema, y como ante circunstancias imprevistas por algunos individuos, nos vemos enfrentados a realizar acciones, que antes jamás hubiésemos aprobados.
El tema de “cuando comienza la vida” es tan controversial y vasto, que habría que escribir un libro sobre como para diferentes culturas o personas la vida tiene un comienzo disímil. Así por ejemplo para los católicos apostólicos romanos, una persona es considerada como tal, desde el momento en que el pronúcleo del espermatozoide ingresa al citoplasma del óvulo, ya que es ahí donde se forma un material genético único, nunca antes visto y por ende un ser humano con todos sus derechos. Por otro lado para la iglesia anglosajona, una persona es tal, después del 8 día de la unión de los pronúcleos del espermatozoide y del óvulo, debido que hasta ese momento esas 8 células pueden dividirse y generar dos gemelos idénticos (clones) con el mismo material genético, pero que en estricto rigor no son la misma persona, sino dos individuos totalmente distintos y reconocido como tal. En la cultura musulmana uno no es persona hasta después del nacimiento. Ellos consideran que un ser humano debe ser capaz de percatarse de su existencia para ser considerado en la sociedad. Antes de eso somos seres inocentes, carentes de culpa, un estigma que llevaremos desde el momento que sepamos que moriremos. Las culturas orientales dan un peso primordial a las personas ancianas. Para ellos la clarividencia de la vida y el espíritu se funden con el pensamiento cuando somos capaces de olvidar lo material, olvidar el triunfo del ego y trabajar en nuestro crecimiento interno, es ahí donde uno es por primera vez una persona.
Se preguntarán por que habló sobre este tema delicado, que quizás no debería importarme, ya que como gay ni siquiera poseo el derecho de adoptar uno de los miles de niños que sufren en el mundo. La respuesta es simple: debido a que en nuestro país se está legislando sobre los embriones congelados, se tiene el concepto errado de estar congelando personitas chiquitas, cuando en realidad son un grupo de células, que potencialmente serán una persona (ya ahí estoy dando mi pensamiento). Son muchas las parejas que recurren a este procedimiento cuando el hombre o la mujer no pueden engendrar. Además de ser en extremo difícil reconocer que se tiene un problema (especialmente para los hombres), este se acentúa cuando una institución tan dogmática como la iglesia católica los enjuicia, diciendo que es antinatura. Lo anterior, deja entrever que la función acogedora, que debería cumplir la religión, se transfigura en una inquisición, que lapida y castiga aquellos procedimientos, al acotar que estos seres humanos nacidos por inseminación artificial o implante de embriones no son hijos naturales o que no fueron concebidos de forma “natural”. Aquí está un punto importante, que dice respecto a la flexibilidad de los conceptos.


La humanidad, para organizarse u ordenarse, ha creado las instituciones religiosas; no obstante, sus dogmas y leyes inamovibles han generado grandes guerras santas, quizás debidas a la terquedad innata de nuestra especie. Los estados fueron otro modelo de organización, que quizás es el que más está diversificado hoy en día. Es importante ver como muchos de ellos se han enfrentado a la realidad de ser parte de un estado diverso en sus orígenes, cosmopolitas y llenos de matices en religiones y creencias populares. Ahora, con el lapidario capitalismo y la “gran aldea” en que el mundo se convierte cada día, chocamos con que para lo que en USA es una cosa en Europa es otra. Simplemente, porque los términos no son estáticos, los significados evolucionan junto a nosotros.
Hace más o menos 200 años era inamisible que una mujer fuese presidente de un país o quisiera ser una gran científica, o simplemente que quisiera renunciar a su capacidad de ser madre, para entregarse a una fé en particular. Ni siquiera hay que pensar en el pasado, para encontrar países donde las mujeres n van a las escuelas y caminan tapadas de pies a cabeza. Para occidente están condenados aquellos movimientos, yo estoy de acuerdo, aunque sé que nos olvidamos que tuvimos que evolucionar muchos conceptos.
Hoy es normal que una mujer trabaje, no tenga hijos hasta quizás los 40, sea exitosa y pague por sexo. Antes aquello antinatural y condenado. Lo mismo ocurre con los hijos nacidos por transferencia de embriones, si seguimos creciendo y tomando como referencia la paz y la felicidad del prójimo, en un par de años o quizás unas décadas engendrar a través de inseminación artificial u otro mecanismo, será natural, ya que somos nosotros los seres humanos quienes mueven las fronteras de los conceptos.

A veces pienso en los marcianos y en la visión humanoide, que muchos de nosotros tenemos de ellos. Esos seres flacos con cabezas inmensas, llenas de inteligencia, sus sexos no existen o están ocultos y no hablan sino a través de telepatía. Me pregunto: ¿quién será el macho y la hembra?, ¿cómo tendrán hijos ellos?. Por lo visto lo que es natural para nosotros se derrumbaría, ya que ellos serían la evolución de nuestra especie, que perduró y no se autodestruyó. Entonces nos percataríamos de lo terco que somos cuando nos oponemos a nuevas forma de amor, a nuevas formas de engendrar un hijo, a nuevas formas de ver lo que es la vida, a nuevos caminos de seguir siendo espiritual, a nuevas visiones del ser humano en su inmenso cosmos interno.
Todo es parte de una evolución gradual, sólo que a veces me aburre lo lento que es. Me imagino cuanto se demorarán en entender los musulmanes, que las mujeres son iguales a los hombres. Cuanto nos tardará a los de occidente, en comprender que cuando se congelan embriones, no son humanitos chicos, sino un grupo de células, que más adelante podría llegar a ser un humano potencial, o que en su efecto esas células puedan ayudar a mejorar una patología fatal. Quisiera tener algún día mi matrimonio, que el concepto cambie, que ya no sea sólo entre un hombre y una mujer, sino entre dos seres humanos, y que no me hablen del Dios que dice como debe ser, porque yo, como simple mortal, creo que lo más importante es tratar que los demás sean felices. Soy un altruista de mierda, que lucha para que los demás rían y sepan que uno no nace sufriendo porque un Dios es malo. Somos nosotros los seres humanos, a través de creencias que nos estancan, que creemos de forma villana que un niño nacido por transferencia de embriones no es normal o natural. Para mí, todos aquellos nacidos de aquel procedimiento, son entes dignos de mi respeto, personas íntegras naturales y normales.
Bienvenidos a la evolución del concepto “normalidad”.

 
posted by Vicente Moran at 2:18 p. m. 1 comments
miércoles, septiembre 07, 2005

Las naciones unidas en su informe anual sobre desigualdad a nivel mundial, situó a Chile entre los 20 países con mayor diferencia entre el estrato rico de la población, que representa el 20% de la población y que gana, ni más ni menos, que el 62% del ingreso que recibe el país. Lo anterior quiere decir que alrededor de un 40% de la población subsiste con el sueldo mínimo. Hay que tomar en cuenta que este sueldo equivale a $127.500 pesos, descontando la previsión y otros asuntos legales, quedan algo así como $102.000. Además si pensamos que la familia chilena, que se ha achicado últimamente, está constituida de 4 integrantes: dos adultos y dos niños. De ellos por lo general sólo un tiene trabajo, ya que para la mujer es difícil encontrar trabajo, teniendo a dos pequeños y escasa ayuda, con respecto a salas de cuna, jardines infantiles y colegios. Además es una realidad aberrante, que muchos de aquellos chicuelos se crían al amparo de la educativa televisión, de los canales abiertos. A su vez, se debe añadir que, que el bombardeo mediático de los productos encarecidos y casi imposible de conseguir, hace brotar sin querer a temprana edad una semilla de rencor hacia la injusticia capitalista.
Volviendo a los números. Debemos pensar que los cuatro integrantes deben comer, además de vestirse y en el caso del padre debe ir a trabajar cada día. Por lo general, la fuente laboral no se encuentra en la comuna que reside, por lo que debe tomar, a veces, más de una locomoción. Para muchos ni eso es posible: caminan a sus fuentes laborales o andan en sus preciadas bicicletas desde muy lejos. En algunas ocasiones los micreros los llevan por 100 pesos (pagando como escolares o falsificando un pase escolar). Lo anterior les permite llegar con un paté de ternera para tomar once con la familia.
El tipo de alimentación de estas familias es irrisorio. Mi país y las personas que bien en estratos más acomodados, no saben que ellos comen una vez a la semana fideos, carne quizás una vez al mes, y los dulces árabes, las tortas y otras exquisiteces jamás se las han siquiera imaginado. Para las fiestas patrias y las navidades, el viejo pascuero debe ser real para esos padres, sino los cabros chicos se quedan sin regalo. Y de hecho muchos pasan la fiesta más cristiana de todas, en la plaza mirando como los demás niños juegan con costoso juguetes.
Este grupo de personas esforzadas no saben del hambre, ya se les ha olvidado el significado correcto del término. Si pensamos en sus derechos, casi todos están violados. Para que un ser humano se desarrolle de manera íntegra, no sólo es necesaria una dieta equilibrada, una educación que le permita culturizarse y saber que el mundo es mucho más. Además necesita una salud y un sistema previsional que lo trate como un ser con dignidad. A lo anterior deberíamos sumarle la cultura, alimento del alma tan necesario, el esparcimiento, la entretención y el relajo inherente a todos los animales, que es esencial para trabajar con ahínco. De manera hipotética, si todo lo anterior se cumpliera, un adulto debería ganar por lo menos $500.000 mil pesos per capita, o sea tan sólo para cubrir los requerimientos de una persona en Chile. Quizás pensaran que sería imposible; sin embargo, no es así, ya que si todas las personas que gastan diariamente en Chile, alrededor de $ 100.000, rebajaran su gasto individual en $25.000 o $ 10.000 pesos, alcanzaría para que todos los niños pobres vayan al menos una vez al mes al zoológico, conozcan el fantasilandia, y que visiten la estación mapocho para ver al magnífico Dali. Por otro lado, sus padres podrían ahorrar para una vivienda digna, utilizar el metro para llegar más rápido al trabajo, etc. A su vez la mujer podría pagar un jardín infantil y poder buscar trabajar: recuerden que ellas son las administradoras-mágicas del quintil más pobre de Chile. Imagínense siendo la dueña de casa y tener que estirar $2000 pesos para 5 días. Yo sólo me gasto casi $ 3.000 pesos diarios en puro comer y a veces estúpidamente me siento que soy pobre. Así las madres serían capaces de colocar su ingenio en crear microempresas y ayudar un poco a sus machistas maridos, que ven con impotencia como la mujer es mucho, mucho más organizada para llevar una casa (dato subliminal: entonces ¿cómo creen que una mujer administraría una nación?, mejor cierto.) y ayudan al mismo tiempo en la crianza de los niños. Yo ni siquiera sé, que debe ser criar dos niños con poca plata y al mismo tiempo entregarles valores, evitar que lleguen a la drogadicción o que terminen como ladrones. Ladrones criados y cultivados por la indiferencia de la sociedad. Y quiero pensar, que todos, o casi todos nacemos bueno y que el medio es el que nos corrompe y nos transforma en energúmenos podridos de este maquiavélico sistema.
Desde hoy prometo ser austero. Trataré de vivir con lo menos posible, no para estresarme, sino para no olvidar que aún hay personas que no poseen nada, ni siquiera los $1500 pesos que trataré de usar diariamente para alimentarme y movilizarme.

PD: lo que más me molesta de todo, son esas personitas que no pidieron venir al mundo y que se dan cuenta de la injusticia que existe a su alrededor. Como es posible que le transformemos en un infierno la vida a un niño. No entiendo como hemos caído en la frialdad más grande. Quien sino nosotros podemos hacer algo.
Dios sólo mira y mira, de brazos cruzados (para los cristianos y monoteístas). Para mí la energía está ahí, sólo debemos levantarnos y cambiar un poco las cosas – la racionalidad de la divinidad, está en lo visceral de la acción -. Nos vemos lectores.
 
posted by Vicente Moran at 12:24 a. m. 3 comments
viernes, septiembre 02, 2005



Anoche tuve una pesadilla erótica. Yo era un monaguillo, uno de aquellos niños transparentes de tanta pureza, que ayudan en el servicio de la santa cena. En aquel rito el cuerpo de dios y su sangre son entregados con el fin de limpiar las impurezas acumuladas de sus feligreses. Yo me encontraba ensimismado, como volando en otro mundo fantástico, hasta que escuché desde lejos la campanilla, que anunciaba el protagonismo que yo debía cumplir a continuación.
Recuerdo que la luz penetró directo y lacerante en mis ojos. Los ángeles de yeso me atisbaban como diciendo que nada me pasaría, que ellos me cuidarían. Tome mi puesto, una vez bendecida la mesa, el párroco alzó la ostia y se la engulló. Yo, por supuesto, baje la vista, con respeto, pero también con miedo. Sabía que soñaba y me percataba que estaba en peligro.
Me encaminé hacia el altar. Tome mi sotana alba, andaba descalzo y aquello me alarmó. Mis pies estaban fríos. Recorrí desde el ala izquierda del templo y me situé junto al padre y a la fila de creyentes que buscaban la redención infinita y profunda, en aquel trozo de masa albina. Deseaban el perdón de los pecados acaecidos en sus corazones. La magia era mi aliada y así era capaz de ver el pecado en sus corazones, como un film surrealista, toda la existencia ante mis ojos: primero un viejo decrépito y seco como un árbol podrido. Violador de sus hijas y su mujer. Egoísta y lúgubre. En todos los aspectos encarnaba los pecados capitales. Su cuerpo putrefacto era testimonio vívido de sus fechorías. Luego una viejecita tierna; sin embargo, cuando levantó los ojos eran dos concavidades huecas. Sus ojos estaban secos y en ellos sólo había amargura y rencor. Su corazón era negro y la cinta de su vida mostraba a una madre cruel con sus hijos, maltratando a sus pequeños sin ningún arrepentimiento. Y así fueron pasando los desechos humanos. Plastas en descomposición en busca de alguien o algo que los lavara. En ninguno había remordimiento por los actos que cometieron, sino felicidad. Después de comer el pan de dios y su sangre, volvían a sus puestos con una mueca de paz, una mueca falsa de paz. Luego todos volverían a la maldad hasta que la nueva misa se celebrara y así repetir la escena de humildad y bondad. Literalmente eran: lobos vestidos de ovejas....

....Y las ostias se habían terminado. Aquello lleno mi cuerpo de un vacío infinito. Yo deseaba comulgar y marcharme a mi casa. Levanté la vista para ver al cura obeso. Estaba con aquella sonrisa lasciva de los eunucos, los castrati del pasado, mirando mi cuerpo sin escrúpulos y deseándolo con apremio en sus impulsos. Fue en aquel momento cuando decidí despertar; sin embargo, no pude hacer nada para abrir los ojos. Fue en ese momento cuando el último creyente, se marchaba de la catedral. Él no había comulgado, y antes de marcharse pasó junto a mí y en sus ojos transparentes sentí paz y soledad. Quise tomar sus manos, para que me sacara y me salvara de las garras de este mórbido apóstol infernal. No obstante, no fue posible y sólo divise en el fondo de su alma, que su amor estaba en manos de otro hombre y que por eso no había comulgado. Pensé entonces, que al menos uno de ellos era realmente bondadoso. Así que decidí pegarme en el rostro, en las piernas, en los brazos, intentaba gritar, o al menos correr y ver si al cruzar las puertas de la iglesia lograría despertar de esta pesadilla sin fin.
Sólo aparecí arrodillado frete al predicador y detrás de él estaba la figura patriarcal del dios que hemos inventado, mirándome con esa cara estúpida de sufrimiento, una morbosidad necesaria en las iglesias. Y fue súbito, cuando un viento fuerte me dejó desnudo. La brisa levantó mis vestidos celestiales y dejó al descubierto mi piel clara, mi espalda lisa y mis glúteos regordetes. Mi posición era opistótona; o sea, presto y entregado al sadismo salvaje del gordo seboso que me embestiría. Y de la sotana del predicador un monstruo peniano se asomó. Tenía una uretra dentada que me decía: este es el cuerpo de díos. Yo estaba anclado en el mármol frío, con mi trasero virgen esperando la penetración del falo venoso, carnívoro y lleno de ira. El maldito me caminó lento, mostrándomela, acercándomela, y en mis oídos susurraba: serás mío, te comeré y debes decirlo, sino te mataré. Cuando llegó y se arrodilló para quedar a la altura de mi cuerpo. Pronuncio la maldita frase: el cuerpo de cristo.... Y justo en ese momento cuando la penetración era inminente desperté sudando, mojado y gritando: ameeeeeeennnnnnnnnnnnn .......

No pude dormir toda la noche, aún cuando nunca me ha pasado esto, debe haber sido esa noticia del obispo argentino, que lo grabaron teniendo relaciones con un chico, o quizás fue la historia del amigo de mi madre, que era la pareja del obispo de Calama, o aquellos seminaristas que luchan por ser célibes, pero igual llegan a los chat gays en busca de sexo-express. En todo caso hay que dejar claro, que no todos son malos, pero si tengo alguna vez un hijo me costaría confiar en un hombre que se obliga a no follar, con el fin de buscar la iluminación, la paz, y el amor pleno. Creo que lo más cerca en que uno está del cielo, es cuando llegas al clímax espiritual (por ejemplo cuando rezas o cantas algún mantra) o al orgasmo sexual (con o sin eyaculación).

PD: ojala nunca sueñen esto.
 
posted by Vicente Moran at 10:07 p. m. 1 comments