La conclusión es sólo una: fue la semana más hermosas que he tenido en mucho tiempo. Quizás me faltó tiempo para visitar a otros seres queridos. Aunque igual sé que nos veremos en el futuro. Aveces me gustaría que los días fueran de 48 horas, para poder gozar con la comunión fraterna de los tuyos. Pienso que la familia que me tocó es genial. Liberal y tolerante; esa conciencia abierta, que proviene de las lecciones de la vida. Mis Abuelos no son catedráticos de una prestigiosa univesidad. Ninguno de los dos fue a la Universidad y mi Abuela-mamá recién el año pasado terminó su secundaria. Me sentía orgullo de ser el nieto de una mujer, sabia e inteligente. Me imaginaba si ella hubiese nacido hoy, quizás sería una gran gerente o estaría metida en el gobierno, tratando de que este país fuese un poco mejor. Mi abuelo-papá es como un gnomo silencioso, que anda en la casa buscando donde dormir. Le encanta discutir y hablar sobre los derechos de las personas. Le indigna de Chile la violencia que se está generando; sin embargo, me confiesa que todo se debe a las diferencias marcadas entre los ricos y la clse media-baja. En realidad tiene razón. Él es un ejemplo palpable de la lucha por la discriminación, ya que es chico y negrito. Aún así jamás se ha dejado atropellar.
Esta historia es genial, porque ambos aceptan mi homosexualidad como una característica más de mi vida. ambos me aman hasta decir basta, son capaces de desdoblarse por darme su apoyo. Mi madre, por ejemplo, es un chiste. Siempre andamos jugando y riéndonos. Entre nosotros el pudor no existe y nos relatamos nuestras inquietudes de forma transparente.
Mi abuela, como nació en el pasado y cree que todos los homosexuales somos como travestis, me pregunta cosas tan locas como: ¿tú hací de mujer o hombre con tu pololo?, ¿no te duele?, ¿es verdad que cuando te chupan tanto las tetillas te crecerán como tetas?. Yo me cago de la risa, y empiezo a decirle que no todos los gays son afeminado, que los hay traumados y otros totalmente libres, que saben que su vida es tan normal, aveces más normal, que la existencia de muchos heterosexuales. Le explico que a mí no me duele, que lo encuentro rico, que acabo cuando soy penetrado, porque sino sería fome. También le relato la historia de los gays que les duele mucho y son activos siempre, y como yo también lo meto no podría estar con un hombre 100% activo. Mi abuela me escucha atenta y me dice: es rica la tula , ¿no es cierto?. yo respondo: me encanta.
Recien fuimos de compras con mi abuela y nos acordábamos cuando fuimos al Bunker, mientras engullíamos un rico helado: ella como señora digna y respetable (parecía vestida para la misa), con su falda, blusa y chalequina de hilo. Los ojos bien pintados y sus labios rojitos. Mi abuelo estaba espectante, su sueño era ver a dos mujeres besarse efusivamente; no es misterio que el lesbianismo es su fetiche. Mi hermano andaba con su pololo y yo bailaba música electrónica con mi abuela, pudimos bailar dos solamente, ya que mi viejita se empezó a cansar. Nos reíamos tanto en el mall, que eramos la homología perfecta de dos viejas copuchentas.
En fin, las familias de los homosexuales chilenos, pueden ir del extremo liberal de la mía, hasta las más terroríficas que quieren ver muerto a sus hijos o hijas antes de que sean homosexuales. Lo que no logro comprender aveces, es porqué aquellas situaciones de hijos (as) rechazados (as) se aprecia más en la clase alta. Quizás equivoco y sea tan sólo un prejucio mío; no obstante, sé que los chilenos poseemos el mal de "arrivismo", y por ende, debe ser difícil para una familia de alta-alcurnia cañaña de Chile aceptar un hijo mariposon, que le guste el sudor de los hombres (¡¡¡Qué rico!!!!), le agraden las vestimentas señidas a su cuerpo andrógeno (entre los 15 y 25 años) y que en vez de perseguir a las primas, su primer amor sea el primo mayor, que es pichulón (larga, gruesa y cabezona. La circuncisión la dejo al gusto del lector) con dos años más que uno, que quieren que le mamen la verga. Uno gueón se enamora del tal primito, le regala el poto y luego los güeones se casan y nos dejan mustias y ultrajadas (¡¡¡¡qué mujer me puse!!!) y ellos: aquí no ha pasado nada. Pero lo que sí logro vislumbrar es que algún día se les dará vuelta el paragua de nuevo y andarán escondidos buscando un minito joven para follar, por lo general esos son los casados. Así que cuidado, a no ser que te guste ser vejado emocionalmente.
jajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajaj.
Ya me voy, porque seguiría y seguiría toda la tarde.
Ls foto son mis abuelos, él agarrándole la pechuga a mi abuelita.