miércoles, agosto 01, 2007

En este mundo ser sudamericano o africano equivale a una sentencia predeterminada por el resto de la vida. Y no se me confunda, que todos los que hemos nacido en estas tierras sentimos un gran amor y respeto por nuestras tradiciones y esa mezcla de sangre que nos hace tan ricos. Sin embargo, en mis correrías por Europa palpé ese odio grandilocuente de las y los europeos “puros”. Tampoco quiero tirar al mismo saco a Juan, Pedro y Diego, pues existen muchas personas bellas que no se merecen ese calificativo. Pero hablemos de aquellos que persiguen o prohíben la entrada a las tierras europeas o norteamericanas. Me refiero a las políticas inútiles que aplican los gobiernos, buscando generar miedo, y del miedo al odio hay un paso, casi nada, ya que ambos queman el alma.
Me es difícil comprender su actuar. Ni siquiera tiene una lógica, que le merezca análisis. Que sacan con retener en un calabozo a un montón de individuos para posteriormente deportarlos. Muchos de los cuales iban sólo de paso, para conocer historia y un poco de aquella lejana tierra. Sin embargo, no nos entendemos y nos ven desde el hombro, desde la altura de su supuesto desarrollo, como si las letras y los números sólo se vetaran a los indoeuropeos. Acaso no saben que la inteligencia no tiene color, ni raza, ni religión ni nada, aún así la estupidez abunda en mayor cuantía que la sensatez.
Los hechos demuestran como nos devuelven la mano estos gobiernos, como agradecen la ayuda prestada hoy en día y en el pasado y la que seguiremos brindando cuando podamos, ya que nosotros los sudamericanos estamos tan revueltos, que la denigración por color sería estúpida (aunque existe una pequeña minoría subnormal que se siente superior). En el pasado, cuando esas guerras bizarras devastaron a la mitad de Europa, fue nuestro continente “subdesarrollado” y mucho más de lo que es ahora, quien recibió con los brazos abiertos o el regazo cálido a cuanto emigrante que arrancaba en harapos de la mano subyugante de Hitler, cientos de italianos, españoles, alemanes terminaron en el culo del mundo sin más que lo puesto. Y ahí nosotros les regalamos tierras, les entregamos nuestra confianza y esas familias prosperaron (no todas obviamente) construyeron pueblos, algunos aún hablan su lengua, nada absolutamente nada se les prohibió y al final terminaron amando mi país sudamericano como la suya, y aún más si se puede decir de alguna forma. Nosotros los sudacas nunca pusimos el grito en el aire, porque los gobiernos recibían a estos extraños, al contrario nos hicimos vecinos y amigos. Es así como hoy en día, si van al sur de Chile verán pueblos que son la copia de los que hay en Alemania o Suiza. ¿Dónde estaba nuestro rechazo a la inmigración? Simplemente no existía, y no es porque tuviésemos mucha tierra, sino porque no está en el mestizo rechazar a un forastero.
Si nos remontamos centurias antes, aquellos españoles ávidos de oro, que arribaron a nuestras tierras a punta de espada y caballo doblegaron a culturas milenarias (eso no los hace superiores, como escuche decir a un futuro abogado español), y no sólo tomaron las tierras sino a las mujeres indígenas y de ellas nació el fruto que somos nosotros, lo que equivale decir, que desgraciadamente somos mitad Españoles todos los Sudamericanos (salvo los brasileños que son mitad portugueses) y aún así ¿somos inferiores que ustedes estimado europeos?.
La tontera llega a niveles inusitados, cuando vemos en las noticias cuales son las políticas de inmigración de los países europeos, pidiendo un sin fin de papeles para poder conocer a la Mona lisa, Notre Dame, Ámsterdam, Berlín o el contaminado Mediterráneos. Al final nos quedamos con ese gusto de no ser bienvenidos, de que prefieren a los norteamericanos o los japoneses, además tienen más dinero. Así ellos tienen la posibilidad de entrar a los costosos museos europeos, pueden pagar el precio irrisorio de 2 euros por medio litro de agua y nosotros nos conformamos con ver en una vieja enciclopedia las maravillas de vuestro continente.
Por otro lado los chequeos son fortuitos, a veces se los hacen a personas que van de paso y las devuelven, mientras en otras oportunidades dejan pasar hasta los “ladrones profesionales chilenos”. Entonces quien entiende a quien. Si desean evitar la inmigración masiva, cerrando las fronteras, tratando con un nivel subeducado a los africanos y latinos (y los norteamericanos a los de medio oriente y a casi todo ser humano que no sea de EEUU) no conseguirán bajar esa masiva llegada. De hecho es esa nueva colonización de América a Europa la que deben ahora soportar. El ciclo se revierte me dijo una historiadora: venimos a buscar el oro de nuestros indios. Mientras los españoles derrocharon todo el oro en medio de la corrupción imperante de aquel entonces y en pagar a la milicia que mantenía vivo el frágil imperio que una vez fueron. Sí, que una vez fueron y que ya no son.
En mis tertulias nocturnas en los bares de Córdoba (ciudad que con una cachetada te dice: se puede vivir entre todos y con todos) escuche a un alemán una novedosa forma de controlar la inmigración. Él sugería que la inmigración de africanos, latinos y los de medio oriente fuese selectiva. Mientras lo escuchaba, yo me decía: o estos no aprendieron nada o son los bobos más grandes de la tierra. Según él así podrían llegar los más inteligentes de cada país a formar parte de las filas de estas naciones que ofrecen “supuestamente una muy buena calidad de vida”. Lo anterior generaría la equiparación del desarrollo europeo con el norteamericano, ya que según sus ideas retrógradas, EEUU había estado haciendo esto desde un principio y por eso estaban como estaban. Me llamó la atención que un periodista, que se veía lúcido y consecuente, pensara en aquella solución. EEUU es un desastre y su calidad de vida sino es la peor, está dentro de las más asquerosas de la vida… Y no me hace falta ni nombrar sus excentricidades o atrocidades, por cuanto vosotros todos las conocéis. Tan sólo recuerdo el tiempo que pasé mientras terminaba mis estudios de secundaria. Ver como los negros no se mesclaban con los blancos. Y de nuevo os reitero, que en todos los lugares existe gente bella, no obstante, en EEUU puede que todos absolutamente todos estén al borde de un ataque de histeria y locura generalizado.
¿Una selección para la inmigración? Si eso fuese así como saber quien es el más apto. ¿Eso querrá decir, que sólo dejarán entrar a científicos e ingenieros, para que inventen nuevas necesidades, nuevos insumos con materias primas de países “pobres”? Con este comentario he pensado, que estos países como Alemania tienen en su sangre, desangrar a otros. Con esa lógica dejarían a los países en desarrollo sin mentes lúcidas para que crezcan y se desarrollen. De tal forma de mantener a estos centros de riquezas naturales al borde de crisis gubernamentales, dictaduras, revueltas y descontrol, con el único fin de que existan para aprovecharse de ellos. Mierda, mierda que da rabia deshilvanar las ideas escondidas de este alemán. Quizás ni siquiera él alcanzaba a ver los alcances de su estupenda idea.
Y al respecto, antes que se me olvide como pretenden ser tan mal agradecidos sí gracias a esta supuesta panacea llamada “capitalismo y globalización” los europeos pueden degustar frente a la playa en Málaga o en Marbella un esquicito daiquiri o un mango sour, o un tequila sunrise. Gracias a trabajadores esforzados chilenos degustan aguacate y otras frutas que vinieron a enriquecer su cocina refinada (un tanto desabrida para mí, que soy más bien picante), y así suma y sigue.
Hoy por hoy los europeos se vanaglorian de su estatus y su calidad de vida. Pues bien, hay que tener cuidado para ofrecer sus países tan enmarañados. Yo que vengo del desierto más seco del mundo, me he acostumbrado a parajes extensos, a bosques infinitos a glaciares intocados, a tener alimento a destajo a precios módicos, casi jugando al trueque con mis coterráneos. Aprendí a leer y a escribir en esas escuelitas donde no había ni computador y donde nos daban un desayuno que consistía en una leche de rara procedencia (dicen que eran los desechos de leche de noruega que estaba contaminada con radiación, quizás por eso estoy medio loquito) y unas galletas duras que raspaba para molerlas sobre la leche. Ahí en una supuesta adversidad y mala calidad de vida crecí y me doy cuenta que a veces somos malagradecidos los latinos, para con nuestra tierra. No se confundan compatriotas latinos, que Europa no es la panacea. Esa calidad de vida que venden es efímera y en muchas ocasiones más difícil de llevar a cuestas, que la vuestra con las carencias que viven, allá en el fin de mundo, cada día.
Me enrabié una noche cuando escuché a unos españoles decir, que los latinos éramos unos gilipollas, que como con todo lo que poseíamos, todas las riquezas que abundaban en nuestras tierras no podíamos vivir bien. Y por primera vez les encontré la razón. Ellos se vanaglorian de ser de la Unión Europea. No son el país más importante, pero están dentro. Quizás pueden tener odiosidades entre Valencianos y Catalanes, y los Vascos andan por ahí matando a unos cuantos para ser independientes, no obstante, ninguno de ellos saldría de la unión Europea, que tanta estabilidad les da.
Yo, divagando, pensaba en nosotros: en Colombia y su guerrilla que nadie entiende; en Venezuela y esa utopía de pseudogobierno marxista; en Brasil y su abismante poderío; en México y ese anhelo de ser “norteamericanos”; en el narcotráfico y sus países irreconocibles dentro de toda Latinoamérica. En Chile y su mezquindad para con Bolivia y viceversa; en Perú y su corrupción y así seguiría hasta el infinito. Sí mis queridos latinos, que mierda estamos esperando para dejar de lado todas esas coyunturas limítrofes, si todos hablamos sólo dos lenguas importantes: el castellano y el portugués, y que son muy similares. Porque tanto odio si todos somos mestizos, candentes y amigables, si todos poseemos tierras ricas y vendemos nuestra riqueza a los ricos, los que a su vez pagan una mierda por ella. Al parecer la usurpación no ha cesado y aunque creíamos ser independientes, más que nunca dependemos de la corona de las potencias. No miren hacia fuera como si fuese el paraíso de Dios, contemplen y admiren su tierra, ámenla y den gracias por haber nacido en un continente lleno de bellezas. Latinoamérica es mucho más paraíso que Europa y EEUU juntas. Y no es cliché es una verdad irrefutable. Si me dan a elegir entre Ámsterdam y su vida “open-mind” y sus casitas tan cuidadas y sus canales y sus flores y las tetas en escaparates, y las prostitutas de Europa del este, y esa vida gay que tiene tanto para hacerme sentir en plena libertad; todavía así, diría mil veces que no. Esa para mí no es calidad de vida. Vivir hacinado en un mini-país, donde el precio de una vivienda no tiene parangón y donde no queda lugar para ningún alfiler más. Eso que ofrecen, a mi parecer, no es calidad de vida y menos para un latino, acostumbrado a tierras extensas sin fin, donde no existe nada más que el silencio de la inmensidad…
Se que los europeos se enojaran con todo lo dicho, pero no es con ellos el enojo, sino en como nos tratan, en su modus operandi, en sus medidas, en sus formas. Una cosa sí, si desean emigrar a Latinoamérica háganlo, que siempre un latino los recibirá con los brazos abiertos, la policía no los encerrarán en cuartos pequeños, ni los interrogarán para averiguar a que vienen (salvo que sean unos maleantes, ladrones o asesinos con historial), ni menos los devolverán. Los recibiremos con nuestras casas y corazones abiertos. Y como sus ojos verán carencias, se maravillarán, que aún así compartimos todo con el forastero…
Sólo nos queda una cosa, y es unirnos. Y de eso puedo encargarme yo y otros más, porque tarde o temprano seremos un solo país, y como sería copiar lo de “Unión Europea”, nosotros podríamos ser simplemente el gran y hermoso país de “Latinoamérica” y ojo que guarda mucha cercanía con vosotros, ya que Latino viene de allá del viejo mundo. Entonces, se me viene a la mente que quizás en un futuro cercano o lejano podríamos ser el gran país de “Euroamérica” e invitamos a los EEUU para que no se sientan desplazados. Luego a los otros, para terminar en un solo planeta, porque harto nos hemos demorado para percatarnos que vivimos todos en el mismo minúsculo mundo, que flota perdido en la inmensidad del universo…
PD: hasta la próxima
 
posted by Vicente Moran at 2:24 p. m.
2 Comments:


At agosto 01, 2007 7:33 p. m., Blogger Pablo Salvador

muy bueno el post y cierto para prejuicios parece que siempre habra persoans disponibles a reproducirlos.

 

At agosto 13, 2007 3:00 p. m., Blogger Unknown

tu sabes lo que creo... como le dije a un amigo hace un tiempo atrás apesar de lo horrible que se ve el mundo creo que un día habrá una unidad mundial, seremos uno solo y las fronteras no existirán y no sólo las fronteras físicas que aparecen dibujadas con lapiz negro en las enciclopedias hablo de las fronteras mentales, esas que claramente expusiste ahí, esas ideas prontamente desaparecerán pero como una larga y temida enfermedad se hacen más agudas, más presentes antes de desaparecer, antes de morir... espero en ese amanecer de la humanidad, espero que tenga la gran suerte de vivirla en esta vida, sino, a esperar la proxima con la conciencia abierta hacia un nuevo orden de nuestra humanidad..
un beso querido...