lunes, enero 01, 2007
Cada diciembre mi abuela sagradamente abre el nacimiento del niño Dios y lo cierra a la llegada de los reyes magos en Enero. En cada ocasión me da mi pañuelo con la imagen de un niño cualquiera, en este caso es Jesús, y al son orquestado de sonidos andinos paganos bailo hasta la extenuación formando figuras abstractas en el espacio y sintiendo el tambor dentro de mi cuerpo. A veces quedo en trance saltando y tocando los cuerpos de mis acompañantes, que poseídos rinden tributo a un Judío que ni sabía que 2006 años después una civilización llamada Atacameña le rendiría tributo en una mezcla de tradiciones globalizadas.
En el altar hay muchas figuras de yeso en representación de este Dios atípico. Hay niñitos Dioses chinos, negritos, con el pelo rubio, con el pelo cobrizo, con el pelo crespo y otros con el pelo liso. También sus vestimentas son diversas, los ahí desnudos y otros ataviados de ropajes dorados y enjoyados hasta decir basta. Hay niños Dioses con otros nombres en tributo de un ser querido que ha partido, así que ya no es el niño Dios, sino el niño Juan, el niño Guillermo, entre otros más. Y quizás los más llamativos son los niños Dios, que en realidad son niñitas Diosas, ya que tiene su cabellera larga, sus caras delicadas y sus labios de un carmesí rabioso. Aquí está todo permitido, porque el Vaticano está muy lejos del Desierto más seco del mundo, como para venir a reprender nuestras tradiciones truculentas y extrañas, donde hasta nos damos el lujo de cambiarle el sexo a Jesucristo.
Las señoras cantan largas canciones que hacen alusiones a pastores de la puna, a los cuales una mujer se les apareció y desde entonces cientos de pequeños templos de piedra volcánica, paja y madera de cactus se erigen desperdigados entre las altitudes de los Andes. En nuestro imaginario Dios se ha travestido. La Pachamama se resistió a morir y se vistió de mujer bella y poderosa. La virgen fue su estrategia para sobrevivir a las doctrinas viciadas de una iglesia, que en un principio fue bondadosa y correcta. Hoy por hoy sólo quedan los restos desmenuzados de las bondades del niño Dios y su madre, que en sí es más importante para esta parte del mundo, que el propio Jesús.
Cuando la danza termina y se le ha rendido tributo extenuante a estas estatuillas, mi abuela aparece con una bandeja llena de cola de mono, hecha con el mejor aguardiente del país. Tomarse unos cuantos tragos de esta mezcolanza entre leche, alcohol, café y especias es un tanto peligroso a 2.300 msnm. Hay quienes se apunan (mal de las alturas) y terminan emborrachados, vomitando y con la presión que les hace explotar la cabeza. Hay un remedio y es mascar hojas de coca, aquella plantita tan milagrosa que algunos inescrupulosos utilizan para fabricar una de las lacras de nuestra sociedad, la cocaína…
Ayer mientras bailaba, me di la fantástica licencia de hacer de Jesús un personaje gay enamorado de su discípulo Juan. Me imaginaba su delicadeza para con Juan, sus roces prohibidos y sus noches donde se juraban amor eterno. Lo veía predicando ante centenares de hombres adoctrinados en una sociedad monoteísta donde no cabía la idea de respetar a la diversidad, y de paso cuando hablaba allá atrás su discípulo Juan lo escuchaba obnubilado ante aquel carisma tan intenso, aquellas frases que destrozaban los corazones de hombres, hasta entonces tan tercos. Y sus ojos se cruzaban y se volvían de agua con aquel fuego llamado amor.
Mientras pegaba salto tras salto en mi mente veía a Jesús confesándose con su mejor amiga: maría magdalena, la única que conocía el secreto de su amor. Y además la encargada de hacer de pareja, en caso de que las malas lenguas empezaran a sospechar de este ser tan delicado, que andaba en Jerusalén con su cabellera larga, su barba hirsuta y sus palabras provocadoras tratando de cambiar el destino de nuestra civilización. María Magdalena también les alertaba, mientras ellos retozaban juntos entre los pajonales del río o bajo un cedro del Líbano en las afueras de la ciudad…
Después no pude seguir imaginando. La música se puso frenética y me encontraba delante de todos aquellos bebes de mentira que representaban a Jesús. Hice una reverencia y miré a los ojos a uno de ellos para ver si me guiñaba un ojo y así me confirmaba que fue gay. Sin embargo, no pasó nada. El muñeco de yeso se quedó estático y yo con la idea hermosa de que fue homosexual, mi abuela pensando que es la reencarnación de su hijo, los sacerdotes viendo en él a un hombre estricto que nunca fornicó y que luchaba continuamente con la tentación. Las monjas creyendo que él era el esposo ideal que jamás podrían alcanzar en carne y hueso, y que sólo a través de las penitencias los clímax místicos le llegarían y finalmente más de la mitad del mundo sin siquiera una idea vaga de quien fue este personaje llamado Jesús de Nazaret, el rey de los Judíos, el padre del Cristianismo y el hombre auto-sacrificado por sus creencias. Simplemente para ellos es un desconocido o a lo más un hombre loco del pasado que ha influido en muchos seres humanos durante la historia… Como ven cada uno tiene el derecho de metamorfosear este espíritu hermoso, de agarrarlo al vuelo e internarlo en nuestros corazones. No importa si un Drag queen cree en un Jesús que hace show de transformista o un negro piensa que fue un africano con la piel color carbón o un filipino cree que fue un oriental amigo de Buda. Lo importante es que es Jesús en su esencia, aquel ente al cual millones de seres recurren cuando se sienten desprotegidos y que el sólo hecho de pensar que existió un individuo tan hermoso espiritualmente, uno automáticamente sabe que hubiese estado perdonado ante sus ojos…

Sólo el ser humano puede perdonar al ser humano
Y eso es Dios.

PD: dedicado a mi abuela y a su ritual del nacimiento, que realiza sin falta cada año.
 
posted by Vicente Moran at 3:43 p. m.
6 Comments:


At enero 02, 2007 9:50 a. m., Anonymous Anónimo

"aquel ente al cual millones de seres recurren cuando se sienten desprotegidos y que el sólo hecho de pensar que existió un individuo tan hermoso espiritualmente, uno automáticamente sabe que hubiese estado perdonado ante sus ojos…

Sólo el ser humano puede perdonar al ser humano
Y eso es Dios."

Creo que has hecho una síntesis preciosa del significado e importancia de la Navidad.

 

At enero 02, 2007 1:00 p. m., Blogger Luis Guillermo Franquiz

Me parece una visión especial de una energía múltiple y creativa. Gracias por atreverte a sintetizar un hombre que muchas veces ha sido mal interpretado y vilipendiado. En Su nombre se han hecho tantas cosas erróneas...
Feliz Año Nuevo!

 

At enero 02, 2007 8:22 p. m., Blogger Unknown

con Juan! siempre pensé que era con Juan, desde que lo ví por primera vez en la peli de Zeffirelli... hablando de manzanas... es que es tan lindo el actor y que decir de Robert Powell

en fin, como le comenté a un muchachin por ahí, un tal Pink algo, creo que un tipo tan adelantado, sensible, inteligente, valiente, explorador, etc., etc., debió ser gay de todas maneras, si no lo fue de cuna, se hizo en el camino para puro explorar, de puro avanzado qeu era

besos, Vicen

 

At enero 06, 2007 6:13 p. m., Blogger El Castor

Podría decirse que Dios es lo bueno que hay en cada uno de nosotros. Es lo que decías en tu última frase: el que perdona es Dios. Saludos, Vicen.

 

At enero 06, 2007 7:40 p. m., Anonymous Anónimo

Hola, los invitamos a visitar y participar del sitio Actualidad gay, el cual es un sitio creado por jóvenes para difundir temas de interés e información acerca de las minorías sexuales en el mundo.
Saludos y te esperamos en el sitio.


Ir a Actualidad Gay

 

At octubre 06, 2007 6:39 p. m., Anonymous Anónimo

Hace tiempo que no leía y lloraba, y todo eso en base a la armoniosa reflexión que hiciste sobre la multiplicidad de caracteres que adopta la figura de Jesús.
Que tipo de energía, posee a un cuerpo tan iluminado, que de él se hacen millones de interpretaciones, las que finalmente siempre terminan respondiendo el sentido de nuestra búsqueda.Ahora si era gay o no,creo que queda mucho tiempo para poder ver evolucionar esa pregunta.

Me encanto tu artículo