miércoles, diciembre 05, 2007

(LA HISTORIA DEL ÚNICO HUEMUL BLANCO Y SU LUCHA CONTRA EL MALVADO SR. MATTE, VILLANO QUE QUIERE DESTRUIR LA PATAGONIA CON MEGA CENTRALES HIDROELÉCTRICAS)


IV

Cuando el verano hubo finalizado y el otoño invadió el bosque con su aura melancólica, el otoño se manifestó en todo su esplendor. Allá a los lejos Shenú acariciaba suave y tiernamente las hojas de las Lengas robándoles la música del crujir y haciéndolas volar por los aires, dorando el piso de bosque con un mosaico de rojos, marrones, ocres y amarillos brillantes. Todo se estaba embrujando con los días más cortos y fríos. Ya los animales habían despedido a sus hijos para que afrontasen solos el primer invierno; sin embargo, Hosh seguía en el lugar donde su madre había decidido partir. En aquel rincón podía aún sentir el calor que ella le brindó y ahí cobijado en el espíritu eterno de Jegel, la primera nevazón se abalanzó sobre las montañas patagónicas. El cielo estaba tranquilo, Shenú en silencio y de la nada, sorprendiendo a todos, Hosh el Dios del hielo y la nieve dejó caer su dominio blanco y profundo en todos los rincones, era el manto gélido del silencio. El huemulito Hosh sintió como su madre lo abrazaba desde la tierra, pero también entendió por que se llamaba Hosh, su pelaje estaba espeso y de un color blanco níveo, tan abrigado que le dio sueño, y cayo en las manos de Morfeo por varias horas.
Hosh soñaba que corría para salvar su vida de los Joshil. Lo perseguían con jaurías de bestias que lo querían devorar; no obstante, uno de los Joshil parecía bueno, ese Joshil sólo miraba piadosamente el acto que se estaba llevando a cabo. Hosh lograba esconderse en el bosque, y desde allí curioseaba a los Joshil muy atento. Cuando hubo despertado tenía unas ganas enormes de conocer a los Joshil, aquellos seres que habían aniquilado a su madre. Se paró enérgico y comenzó a caminar. En ese momento todos los Dioses sabían a donde se dirigía Hosh e invocaron sus fuerzas para que entraran en acción los poderes que le habían concedido al huemulito. Sus amigos se dieron cuenta que Hosh estaba dejando el bosque seguro y que se encaminaba hacia las fumarolas oscuras de los Joshil. Tion fue a buscar a los otros: Chax el cóndor, Sheit la lechuza, Tamtam el jilguero, Kex el agulucho y Toquem el Zorro. Todos sabían que no podían dejar sólo a Hosh, y que ellos eran parte del plan de Calafate.
La travesía comenzó en medio de una tormenta que Chalú dejó caer en medio de la Patagonia. El aliento de Shenú enarbolaba los espíritus de estos seres que iban a enfrentar a los Joshil.

- ¡Cuidado Hosh! – Dijo Sheit, justo cuando Hosh no se percató que había un barranco tapado con ramas, y rodó entre los arbustos estrepitosamente.
- ¿Estás bien? – Pregunto Tiom, que bajo rápido para ver a su amigo.

En ese momento Tiom escucho un murmullo no conocido. Eran los Joshil que se movían agazapados entre el follaje del bosque. Tiom arrancó apresurado hacia la cima del monte, para avisar sobre la llegada de los Joshil. Mientras volaba pensaba que había sido el fin de Huemulito Hosh, pero se equivocaba…

Los Joshil eran un misterio para Calafate. Cuando sus entrañas dieron origen a tan bella y espléndida especie, Calafate pensó que por fin había llegado a la perfección en la evolución universal, pero estaba equivocada. Y aún cuando algunos Joshil eran criaturas de puro amor; la mayoría había comenzado a cultivar los sentimientos más oscuros y nefastos. Su desarrollo los había transformado en paradoja de la vida, ya que Calafate no sabía en que momento esta especie se había escapado de las reglas de la naturaleza, para pasar a creer, que eran los Dioses y dueños de su entorno.
Nahuel convertido en hombre husmeaba los rincones del bosque. Su poderoso olfato le decía que un huemul estaba cerca. Desde hacía muchos siglos que ellos los pumas habían dejado de atacar a los huemules y preferían en vez comerse a las ovejas de los granjeros. Cada año más y más nahueles morían en manos de los cazadores y lo mismo ocurría a lo largo de América.
Tiom al ver que este Joshil era un ser mágico se tranquilizó y le avisó a huemulito que no temiera. Al salir del barranco se encontró cara a cara con este ser magnífico, una fiera de las heladas tierras andinas. Un puma-hombre como ningún otro. Ambos planearían como evitar la construcción de las represas y como detener al malvado señor Matte.
Seguirá.........
 
posted by Vicente Moran at 5:16 p. m.
2 Comments:


At diciembre 10, 2007 4:59 p. m., Anonymous Anónimo

Fragmento de "El Lado Oscuro Del Corazón".
Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.
Muy bueno tu blog, un abrazo que estés muy bien.

 

At diciembre 12, 2007 8:26 p. m., Blogger Pablo Salvador

Hace mucho rato que no pasaba por aqui y me encontre con un texto muy bueno definitivamente un aporte.