viernes, diciembre 14, 2007



LA HISTORIA DEL ÚNICO HUEMUL BLANCO Y SU LUCHA CONTRA EL MALVADO SR. MATTE, VILLANO QUE QUIERE DESTRUIR LA PATAGONIA CON MEGA CENTRALES HIDROELÉCTRICAS
Nahuel le relató todo lo acontecido en Santiago de Chile y en como había conocido al maléfico señor Matte. Éste a su parecer merecía una lección sobre lo que en realidad significa ser parte de un todo. Matte se había olvidado del espíritu de la naturaleza y había suplantado todo aquello con un vacío estremecedor, en medio de aquella mole de cemento y contaminación llamada Ciudad.
Durante tres días estuvieron planeando el ataque al corazón de Matte: ¿cómo entrar en su interior?, ¿qué era necesario para sensibilizarlo?, ¿de dónde sacarían las fuerzas para abrirles los ojos y cuándo darían el golpe de gracia?. Todo era tan enrevesado, que los tres días fueron pocos para vislumbrar la respuesta de tantas interrogantes. No obstante, al cabo de 5 días ya el plan maestro estaba en marcha y lo primero que ocurrió fue la transformación de Hosh en un bello y andrógino muchacho indio de pálida piel. Su altivez dejaba ver que aquella raza de hombres era de las pocas que aún convivían en armonía con el entorno. Sus largas y finas piernas aptas para el trote, su tronco grácil y fibroso con una fuerza imperceptible para muchos. Los ángulos de su cara suaves, entre mongoles y polinésicos, de ojos rasgados y de un color avellana pálido. Sus labios carnosos y su frente altiva como profiriendo libertad para con los suyos.
Hosh viajó desde el sur como hombre. Todos sus amigos subieron cruzando acantilados y desfiladeros las largas montañas, aquellos andes interminables. Sin parar ni de día ni de noche atravesaron los más bellos parajes, desde el lago Llanquihue hasta los elevados picos del Aconcagua. Al llegar al valle central de Santiago, los animales observaban asombrados como aquella ciudad había alterado el entorno del afamado y antiguo valle del Aconcagua. Siempre habían oído hablar que aquellos parajes poseían los mejores climas del mundo. Donde un sin fin de frutas y verduras crecían sin pedir permiso. Ahí entre campos interminables de vides había crecido cual cáncer maligno la gris ciudad de Santiago de Chile. Desde las montañas Chax el cóndor comenzó a bajar hasta planear cerca de las laderas de los cerros. El bullicio lo asustó y de inmediato subió con las ascendentes hasta donde se encontraban sus amigos. Chax relató como aquella ciudad estaba llena de máquinas que expelían un negro veneno. Que los humanos no paraban y parecían hormigas robotizadas de un lado para otro. Todos oían con atención el relato de Chax. Sabían que en cualquier momento tendrían que bajar y ayudar a su querido amigo Hosh.
Hosh al llegar a la capital de aquel inconsciente país fue a refugiarse a la casa de unos amigos de Nahuel, que se ubicaba en el céntrico barrio de Yungay en Santiago centro. Juan y Jorge eran dos Krishnas homosexuales, que trabajaban en dos pub gays como go-go dancer para cubrir sus gastos básicos. Juan era el que trabajaba más, mientras Jorge se dedicaba durante el día a estudiar biología en la Universidad de Chile. En un principio fue difícil llamar a la puerta de aquellos amigos de Nahuel. Sin embargo, no tenía donde quedarse, así que se armó de valor y golpeó la puerta con decisión y determinación. Juan al abrir la puerta se sorprendió al ver a Hosh. Nunca en su vida había visto un ser tan bello, aunque no era de su gusto, fue gentil y le preguntó a quien buscaba.
- Vengo en parte de Nahuel un amigo tuyo, que me dijo que podías alojarme por unos días. Vengo desde el sur, específicamente desde Cochrane donde está mi casa, y necesito que me den un espacio por un tiempo para realizar un mandato que me ha dado Calafate – Hosh hablaba sin detenerse y pensando que aquellos buenos Joshil dejarían que se quedara por un tiempo.
- Por su puesto que sí, Nahuel es un muy buen amigo y si vienen de parte de él puedes quedarte todo lo que quieras. Sólo debes contarme tu misión de nuevo, ya que no la entendí mucho… Ven pasa y come con nosotros.
Durante la tarde Hosh les relató los planes del malvado Matte y ellos sin condición alguna apoyarían todos los pasos a seguir. Primero que nada le consiguieron un trabajo a Hosh. Aún no sabían como acercarse a Matte. Sin saber si quiera que era el destino quien se encargaría de unirlos.
Aquella noche Hosh vestido de una nativa y exuberante india americana debutaba como go-go Dancer de una famosa discoteca gay de Santiago. El ritmo estaba en sus venas y sin mayor dificultad su cuerpo seguía los acordes de la bella música que hacían los humanos. Fue en medio de aquel gentío cuando Hosh comprendió que no todo lo que habían creado los Joshil era malo, sino que existían inventos magníficos.
Mientras aquello ocurría sus amigos se comunicaban con él a través de Shenú, que con su aliento de viento transportaba las palabras de esperanza hasta Hosh…
 
posted by Vicente Moran at 4:43 p. m.
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