jueves, agosto 25, 2005

Una vez me explicó Mark, que su pintura trataba sobre las moléculas que los seres humanos intercambiamos cuando nos conocemos. En como nos robamos parte de la esencia del otro, para seguir en la vida con un poco de aquellos seres que nos rozan, ya sea de manera física como cuando hacemos el amor, o de manera emocional-racional, cuando sostenemos una conversación saciadora de nuestro yo interno. Y quizás tiene razón. Hace más de dos años que no nos vemos, pero aún sigo recordando los bellos momentos que tuvimos juntos. Me acuerdo de nuestra cicletada por toda Holanda y parte de Alemania: yo con mi pelo largo, largo, como rapunsel, dorado por el sol estival del hemisferio norte y con una sonrisa de oreja a oreja. Se me viene a la memoria nuestras comidas naturistas, y las vacas de la casa de sus papas que eran a mi parecer más inteligentes que la cresta.
Ahora la vida a los dos nos ha cambiado, cada uno tiene su pololo y trata de concretar un proyecto eterno – juro estar contigo toda la vida – ambos buscamos la paz espiritual y batallamos en el campo minado de la imbecilidad humana. A veces quedamos heridos, ya sea cuando somos incomprendidos y en otras ocasiones tan sólo lloramos de impotencia.
En tu último cuadro, que me enviaste desde tan lejos, me hiciste entender que nuestros fantasmas son sólo una morisqueta jocosa de los miedos necesarios para seguir luchando. Y así es impresionante como desde lejos tus moléculas aún invaden mi pensar, mi idea de la vida, y de cómo puedo influir en el flujo universal de las cosas.
Con mi ímpetu racional, mi sed sexual, mi tedio por la burocracia, mi fobia güeona por lo lento que cambia mi país, quizás por los porotos con rienda que me hacen explotar en gases nauseabundos, queriendo desechar todo lo podrido que me pueda quedar.
Querido mark quisiera ser aquel árbol colorido, en medio de la noche, con sus hojas secas de miles de colores, revoloteado por “cucos” imaginarios, que hagan reír y no temer a la oscuridad que muchas veces se cierne sobre mis ideas.
Excelente cuadro Mark y suerte con la exposición. Besos de mi parte.
 
posted by Vicente Moran at 2:43 p. m.
2 Comments:


At agosto 27, 2005 12:44 a. m., Blogger .:: blackbird returned ::.

A veces esos fantasmas viven en nosotros porque no cerramos los círculos de nuestra vida como es debido.
La memoria nos traiciona y nos engaña.
Le recomiendo ver "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", evoca muchas cosas que a todos nos pasan.

Cariños
C.

 

At agosto 30, 2005 7:20 p. m., Blogger El Gato

Que distinta seria la vida si las personas no dejaran huella.

¿Me gustaria eso?
Creo que no.