viernes, febrero 20, 2009


Las letras efímeras zumbaron por su oído imperfecto. La edad estaba ahí como el panfleto ideario de una revolución de las épocas pasadas. Afirmado al balcón atisbaba a los mozuelos de bellos cuerpos contornearse al ritmo de los últimos hits del verano.
Fumando y dejando caer las cenizas sentía los pasos de Hades, que lo acercaban aún más al abismo de su fin. El fragor del viento lo alentó: un empujoncito titilante, una mano transparente que lo balanceo al precipicio. Sonriendo miró el marco de la foto de su madre. Ahí en blanco y negro estaba esa vieja de mierda que no lo había dejado ser aquella mujer de brillos, pompas y luces.
No lo pensó más y se lanzó de cabeza para acabar con el suplicio de su vida. Abajo lo esperaba el muchacho, sin saber que del cielo caería el ángel marchito que lo acurrucaría y protegería de su púber vida, que parecía, hasta ese momento, no significar nada.
El ruido fue estruendoso y todos se preguntaron como se le había ocurrido a un abuelito quitarse la vida tirándose del segundo piso del edificio. El suicida y el salvador se miraban boquiabiertos sin creer, ni menos pensar, que la diferencia de edad los alejaba en casi cinco décadas de corta historia universal. En ese momento no había nada más que, los ojos de uno sobre el otro. Por la cara varoniloca del octogenario corría un hilo de sangre y sobre el muchacho se asomaba un chichón de proporciones andinas.
Caballerosamente se disculparon (y por dentro daban las gracias por aquel milagro) se acompañaron a la plaza para acariciar las magulladuras físicas, y prontamente también las del alma. Ambos se quedaron aguardando la tarde lánguida de aquel tórrido verano, que ya se acercaba a su cénit. Los dos embrujados por el palpitar apremiando de las horas nocturnas.
Desde aquella noche se amaron con dolor. Retocando los moretones del choque con la sabia dulce sus salivas. Desde aquella noche nunca estuvieron solos de nuevo. Y la novela chismorreada por las vecinas, cuenta que aquel gentil joven se ofreció a cuidar al abuelito hasta los últimos segundos antes de espirar, todo a cambio de nada.
Después de su deceso nunca más se vio al muchacho que lo cuidaba (o amaba). Y nadie jamás conoció los pormenores de su amor socrático. Sólo quedó en el recuerdo anecdótico, aquel frustrado suicidio de un abuelo y el muchacho que le salvó la vida…
 
posted by Vicente Moran at 12:00 a. m. 1 comments
martes, febrero 03, 2009


Rocío se masturba pensando en Marcelo, que lejos en Europa chatea con una Italia, que le muestra los senos por WEBCAM. Rocío imagina sus besos en el cuello y alrededor de su pezón, que turgente indica directo a una foto de Marcelo en su MAC. Rocío esperará hasta que termine su pasantía en Alemania antes de declararle que le fue infiel con Marco el compañero de laboratorio de Marcelo. No sabe como le dirá y aún su corazón debate entre ambos machos que le revolucionan esas hormonas sexuales, que andan sueltas en su cerebro. Pasa de Marcelo a Marcos, con imágenes libidinosas. Cliquea con el mouse en el ser de fotografía. Tiene una de Marcos desnudo con su pene semilacio después de la última cópula en el motel de turno. Eso fue antes de que Marcelo se fuera a Alemania. Y también tiene una fotografía de Marcelo practicándole sexo oral. No sabe cual de las dos la excitan más, hasta que se imagina con los dos en la cama uno metiéndole el falo por el culo y el otro derramando su leche sobre sus pechos bien formados…
Lejos en África Ronald trata de escribir un memo del diario vivir para National Greographic, mientras una Zulú musculosa le besa los testículos. Le cuesta trabajo concentrarse y relatar la vida diaria de una tribu bellísima, que ama a su tierra como el único bien valorable, que entrega la madre naturaleza. Ninguno de los dos entiende el idioma del otro; sin embargo, no saben que terminarán de novios y padres en un futuro próximo. Al final Ronald se da por vencido y toma entre sus brazos albinos a ese pedazo de chocolate de carne, para hacerle el primer hijo mulato de ambos. Antes de empezar amarla coloca en YUOTUBE la canción de MIKA “Take it easy”. Y ambos sicodélicos se entregan a la droga del amor.
En Italia Manuel perfecciona su perfil en GAYDAR con el sueño de encontrar al otro lado del mundo su alma gemela. Recibe una respuesta desde Alaska. Un Inuit le responde con una fotografía suya. Se aprecia un tempano y sobre el IGALUK (el espíritu de la luna) completamente desnudo. Su piel es de color café con leche y no tiene ningún pelo sobre su cuerpo. Manuel piensa que es perfecto siendo él un mono de peludo. Le envía un mail desde Italia y le dice que en dos semanas más le gustaría visitarlo. Al final se aman lujuriosamente en medio de un bosque de musgos. Sus perfiles en GAYDAR se envejecen, mientras de millones de otros seres humanos navegan infinitamente en el mar de bytes eróticos. Todos en busca de la potencial alma gemela, la cual se ha multiplicado por millones.
En un par de años más cuando los E.T. se hagan oír el amor entre entes disímiles se multiplicará exponencialmente. Y la tecnología actual será el modo arcaico de encontrar el pedazo de carne que nos hace falta en esta vida terrenal.
 
posted by Vicente Moran at 9:45 p. m. 1 comments